El sabado de tarde pude compartir por mas de 40 minutos con las tan esperadas ballenas en Punta de Este.
Para quienes no experimentaron el contacto con las ballenas, va a ser muy difícil comprender la imponencia de estos mamíferos, lo que si es seguro que para los que vivieron ese momento no se olvidaran más.
El volúmen de sus cuerpos, la actitud que muestran pero por sobretodo la paz que genera su sola presencia, directamente nos cortan la respiración y nos deja en un estado espiritual casi mágico.
Nos volvimos a tierra en silencio buscandolas todavia en el horizonte.
Navegar con ellas, es una experiencia en la que solo queremos congelar el
tiempo para recordar y compartir cada detalle, con quienes estaban ausentes en la embarcación pero presentes en al alma.
Me acompañaron: Marcos Pietrafesa, Enrrique Ragazzo y su novia Lourdes.
save the whales.
Para quienes no experimentaron el contacto con las ballenas, va a ser muy difícil comprender la imponencia de estos mamíferos, lo que si es seguro que para los que vivieron ese momento no se olvidaran más.
El volúmen de sus cuerpos, la actitud que muestran pero por sobretodo la paz que genera su sola presencia, directamente nos cortan la respiración y nos deja en un estado espiritual casi mágico.
Nos volvimos a tierra en silencio buscandolas todavia en el horizonte.
Navegar con ellas, es una experiencia en la que solo queremos congelar el
tiempo para recordar y compartir cada detalle, con quienes estaban ausentes en la embarcación pero presentes en al alma.
Me acompañaron: Marcos Pietrafesa, Enrrique Ragazzo y su novia Lourdes.
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